El síndrome de Stevens-Johnson es un grupo de afecciones que se presentan tanto en niños como en adultos
Los síntomas pueden ser bastante confusos para los padres de un niño debido a los muchos síntomas diferentes que pueden ocurrir. Es importante que los padres comprendan que si su hijo tiene una o más de estas afecciones, deben buscar atención médica de inmediato. Aquí hay un vistazo rápido a qué es cada condición y cómo se ve.
La primera condición que cae bajo este síndrome es la llamada dispraxia del desarrollo. Esto sucede cuando el niño puede tener problemas de movimiento tanto al caminar como al hablar. Un niño con esta afección también puede tener problemas de coordinación, e incluso un ligero desplazamiento de la articulación puede dificultar que el niño se mueva correctamente. El niño también puede aprender muy lentamente, especialmente con algunos tipos de lenguaje.
Otra condición que se incluye en el síndrome de Stevenson-Johnson se llama dislexia. Las personas con este trastorno pueden leer ciertos tipos de texto y tener problemas para comprender lo que les dice el texto y cómo procesarlo. También pueden tener dificultad para leer las instrucciones de varios artículos en el centro comercial, como mapas e indicaciones para llegar al frente de la tienda. A los niños con esta afección a menudo les va mal en la escuela y serán ridiculizados si no pueden leer correctamente.
Una condición conocida como artritis idiopática generalmente ocurre en niños. Los niños con esta afección experimentan un dolor crónico que no responde a ningún tratamiento. También pueden tener problemas de tono muscular debido a la inflamación y el dolor puede afectar su capacidad para caminar. Si bien no se conocen causas de la artritis idiopática, parece que una persona con la afección puede tener una predisposición genética a desarrollarla.
Otra condición que cae bajo el paraguas de este síndrome se llama enfermedad de Crohn. Los niños que padecen la enfermedad de Crohn experimentan síntomas similares a los de una infección del tracto digestivo. Un niño con enfermedad de Crohn puede tener diarrea, vómitos y sangrado rectal.
Cuando un niño tiene el síndrome conocido como osteoartritis, puede experimentar síntomas similares a los de la osteoartritis. Un niño con osteoartritis puede experimentar dolor en las articulaciones, rigidez, hinchazón e inflamación. Estos síntomas pueden afectar la capacidad de un niño para moverse correctamente. La osteoartritis puede causar rigidez y dolor en los huesos, cartílagos y articulaciones.
La anemia es otra condición que cae bajo el paraguas de este síndrome. La anemia es una afección que ocurre cuando un niño no puede producir suficientes glóbulos rojos. Puede hacer que la médula ósea no pueda producir una cantidad adecuada de hemoglobina.
Algunas otras condiciones que caen bajo el paraguas del síndrome de Stevens-Johnson son espasmos del sistema esquelético, daño cerebral, anemia, retrasos en el desarrollo y parálisis cerebral. Si sospecha que su hijo puede tener un hijo con alguna de estas afecciones, es importante que un médico lo evalúe de inmediato. Es importante comprender que puede haber más de una afección involucrada en la afección de su hijo y que es posible que se requiera un tratamiento adecuado.
Hay muchas formas de tratar los síntomas asociados con el síndrome, incluido el uso de medicamentos recetados, la modificación de la dieta y el régimen de ejercicio de su hijo o incluso la cirugía. Cuando se trata de tratar los síntomas asociados con el síndrome, es muy importante hablar con el médico de su hijo. Su médico podrá brindarle toda la información que necesita para determinar el mejor tratamiento para la afección de su hijo.
Si su hijo presenta alguno de estos síntomas, es importante que visite el consultorio de su médico de inmediato. Cuanto antes visite al médico, mayores serán sus posibilidades de que su hijo reciba tratamiento y mejore su calidad de vida. Si su hijo ha sido operado, es importante que lo lleve a casa para asegurarse de que todo esté sanando correctamente y que pueda volver a sus actividades normales.
Los síntomas del síndrome de Stevens-Johnson no son dañinos, pero pueden hacer que su hijo se sienta muy incómodo y muy desorientado. Si nota que su hijo padece estos síntomas, comuníquese con su médico lo antes posible. La salud de su hijo está en riesgo si espera y no actúa sobre la afección de inmediato.
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